domingo, 4 de marzo de 2012

Propósitos de año nuevo

Cualquier época es buena cuando hay ganas de hacer cambios. Qué sensación aquella que da el tener un año más al alcance; se cambió el reloj de un año al otro, y yo siento que me muevo con el paso del calendario. No sólo proponerme aprender a cocinar sushi, hacer una caminata de al menos una hora todos los días, porque es bueno para el corazón, tiene tantos beneficios etc, dejar de comer postre o cambiar la decoración, mudarme o emprender un viaje...

Este primer día del año tuve la oportunidad de despertarme temprano, me preparé un café y lo bebí en el patio, frente al despliegue de la Gran Sabana, ante esa lona extendida de lomas y valles, entre los cruces de verdes claros y oscuros, miraba un Tepuy junto a otro de fondo a semejante espectáculo natural; la brisa de la mañana me refresca, para luego volverme a dormir y pasar de las doce. El primero de enero llegó, comienzo del nuevo año, nunca otro día reunió tanto descanso y tanto por hacer junto, los platos a medio recoger en el fregador, y tantas copas vacías, reposando luego del brindis, junto a los planes y las esperanzas para la próxima semana, el siguiente mes, el primer trimestre, el resto del año.

Hoy han pasado dos meses desde que escribí esas líneas... 

Cuando la esperanza se vistió de realidad, en ese momento el optimismo saco a relucir su mejor traje, en qué momento todo aquello que soñaba comenzó a mezclarse con lo que vivía; comprendí, engullendo un poco de la ensalada de la noche anterior con un poco de pan, que simple puede ser la vida, y nos empeñamos a veces en hacerla tan complicada; ¿en esa misma simpleza puede radicar el secreto de la felicidad? la mirada de quien ama, desborda felicidad y alcanza a salpicar todo lo que toca, no del que dice te amo al oído del amante, no sólo ese… el amor que ocupa cada segundo, cada acto, cada ser de este mundo con quien me encuentro, (mucho mejor si ese amor es compartido J) pero puede llegar a ser tan simple como revisar las cosas que importan en la vida y darles la prioridad, ponerlas de primero en la lista, reencontrarnos con lo que nos produce verdadero placer en el corazón… y hacerlo! Aunque no nos paguen por eso, ni forme parte del trabajo, yo creo que así se ajusta un poco el foco a la vida, y desde que comienza marzo 2012, que bueno recordarlo.

Quiero vivir En Un Mundo Mejor

Tuve la oportunidad de ver la película En Un Mundo Mejor, civilization (Hævnen, Dinamarca, 2010) dirigida por Susanne Bier.

La mejor película que he visto en los últimos dos años (ojo y soy fanática); tantos detalles, tanto que ver, excelente guión, de la mano de un buen elenco, con buenas actuaciones, dirección y fotografía; Paisajes maravillosos sin lugares comunes, original, estupendamente única... y bella; como vivimos en un mundo donde los grandes medios controlan buena parte de la difusión de cintas comerciales, quieren que sean rentables para las organizaciones involucradas, éste es un film que no tiene los patrocinadores de Crepúsculo, Harry Potter, etc y en mi humilde opinión bien vale la pena comentarlo, así que está es mi contribución a su publicidad.

... La palabra crea pero también destruye, fueron tantas las interrogantes que afloraron al terminar de verla, que quise escribirlo... Me parece una oda al amor y una invitación al perdón, todos cometemos errores que tardan en sanar, pero si no lo hacen están allanando el camino para que el resto de nuestra vida sea un pasaje lleno arrepentimientos y venganza.

 Acaso... cada vez que mentimos o engañamos, ¿no estamos violentando el respeto que debemos a nuestra pareja? Cuando nos enojamos, y no controlamos lo que decimos, ¿nos damos cuenta de que podemos afectar a otro inocente con nuestra ira? ¿estamos cerca de conocer lo que pasa en las escuelas donde van nuestros hijos? ¿el que hiere acaso no tiene más dolor por dentro que nosotros mismos? ¿tenemos conciencia del poder de la palabra al utilizarla?... El lenguaje es un don de la humanidad, es el conjunto de símbolos que nos vincula con los otros, que desolada sería nuestra vida sin comunicarnos, sin el poder de hablar con otra persona al comprar algo, hacer una diligencia, pedir un con leche y echar un cuento...

No soy de los científicos-políticos-todo-poderosos-predictors que hablan de la tercera guerra mundial como un evento tan inevitable que parece el lunes después del domingo, mucho menos de que si será biológica, o peor aún, nuclear! antes de todo yo no quiero una tercera guerra mundial ¿y tú? y esa decisión está en manos de las autoridades del mundo, de los oficiales al mando de un ejercito, del soldado que no se niega, o en nuestras propias manos...

A veces sueño con un mundo donde la gente supiera de las probabilidades que tuvieron que vencer, en primer lugar, una molécula de hidrógeno, para que se acercara a otra de metano, y coincidiera con otra de amoniaco, y luego de miles de años y de una fabulosa cantidad de energía que tuvo que acumularse en el mismo punto que ocupaba la materia primera... tuvo lugar el nacimiento de los aminoácidos, esos primeros compuestos precursores de toda forma de vida, para luego, de una todavía más afortunada serie de acontecimientos en el micro y en el macromundo, estar aquí quemando oxígeno con cada respiración... a veces quisiera que el mundo tomara conciencia de ese conocimiento que si no asombra...conmueve, a veces quisiera tener un poder, el poder de hablar en una voz tan alta que fuera posible llegar a los corazones más corrugados, a veces quisiera compartir el don de poder hablar del origen de la vida más a menudo, que no es sino otra manera de decir que, después de todo... somos afortunados, somos más que el resultado de la batalla que sólo logró vencer un espermatozoide, en un ambiente hostil, ese que pudo fecundar un óvulo, y luego, de todo lo que pudo no ocurrir, los eventos se sucedieron en un maravilloso milagro llamado... vida.

A veces sueño...
Como decía Gandhi, "Debemos comenzar a hacer el cambio que queremos ver afuera en nosotros mismos?

Saludos a todos... ¡Me voy al cine!

Mariana